jueves, 8 de octubre de 2009

Me gusta la gente que vibra, que no hay que
empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay
que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños
se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir
las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo
incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos
sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios. Me gusta la gente
que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día,
las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando
lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer
sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio. Me gusta la gente
capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni
herirme. La gente que tiene tacto. Me gusta la gente que posee sentido de la
justicia.A estos los llamo mis amigos. Me gusta la gente que sabe la importancia
de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir
la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.Me gusta la gente que
con su energía, contagia. Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse
con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera. Me gusta la gente fiel
y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se
trata.Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se
equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza
genuinamente por no volver a cometerlos.La gente que lucha contra
adversidades. Me gusta la gente que busca soluciones.Me gusta la gente que piensa
y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un
estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros
juzguen. Me gusta la gente que tiene personalidad.
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del
ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.La
sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad,
los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la
confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el
arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para
llamarse GENTE.Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de
mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien
retribuido.